Las virtuosas tierras chilenas han convertido a nuestro país, en una verdadera potencia comercial vitivinícola
El vino ha sido desde tiempos antiguos un producto apetecido por muchos, quienes sintiéndose atraídos por su sabor, aroma, mística y pasión, han mantenido hasta hoy esta industria que sigue vigente en nuestro país. Esta demanda, ha significado nuevos desafíos, y si bien las viñas han sabido evolucionar, es hasta hace poco, que se han preocupado de buscar nuevas formas de desarrollo, para atraer y fidelizar clientes.
Internacionalmente, Chile está en su mejor momento; crece en imagen como productor de vinos, crece en exportaciones, gana premios y auspicia eventos importantes, transformándose cada día, en un país más reconocido por la calidad de sus vinos.
El concepto ENOTURISMO, hace referencia al tipo de turismo relacionado al área vitivinícola y enológica, en donde las personas conocen a fondo como es el funcionamiento de la viña y bodega, así como también, la magia de la elaboración del vino.
Por lo general las bodegas que desarrollan ampliamente su oferta, están totalmente ligadas a la industria gastronomíca y el mundo hotelero. Siendo su objetivo principal, la promoción de sus viñedos, donde la experiencia vivida por el turista juega un papel fundamental.
El Enoturismo aprovecha estas cualidades, para generar una experiencia inolvidable a los amantes del vino, y muy cautivante para aquellos que lo están recién conociendo.
La idea, es impulsar el desarrollo de nuestro país como un destino enoturístico excepcional, trabajando arduamente las industrias del vino y del turismo nacional.
Las rutas del vino y viñas, al igual que toda empresa, deben desarrollar ventajas competitivas en base a la innovación, procurando siempre satisfacer de la mejor forma las necesidades de los turistas.
Cada destino enoturístico, debe potenciar su cultura y patrimonio, para lograr una autenticidad en la oferta, y así ofrecer una experiencia con gran valor agregado y con una gran diferenciación al resto del mercado.
El vino es nuestro producto emblemático, que llega a la mesa de más de 1.800 millones de consumidores, embajador oficial de nuestro país y según estudios de la Fundación Imagen de Chile, constituye a una gran oportunidad de potenciar nuestra "imagen país".
Finalmente, es hoy cuando tenemos que crear conciencia de la riqueza vitivinícola que poseemos, y que además de ser una gran atracción a nivel mundial, estamos frente a un modelo de negocios que deberíamos aprovechar aún más. Salud!
