LLEGADA DE LA VID A AMÉRICA
Luego de la caída del Imperio Romano, el vino marca su presencia en la celebración eucarística de la religión cristiana dominante y alrededor de los monasterios se establecen las viñas monásticas, para producir el vino necesario para el culto y la comunidad.
Durante la Edad Media, período dominado por guerras, hambrunas y pestes, el vino mantuvo su importancia, y se hallaron utensilios destinados a la elaboración y conservación del vino. A finales de la Edad Media casi la totalidad de la ciencia y arte enológico estaba en los conventos, convirtiéndose en los mejores elaboradores de vino del mundo. Luego la producción agrícola pasa a manos de burgueses y comerciantes, quienes además comienzan a exportar hacia mercados lejanos.

Con el descubrimiento de América, la expansión de la Vid había llegado durante el siglo XVI a países como México, Argentina y Chile.
A pesar de la falta de estabilidad durante el transporte, el vino consumido en las colonias era mayoritariamente español.
En esta época, existía una división internacional del trabajo, donde;
· África: proporcionaba la mano de obra.
· América Latina: obtención de materia primas.
· Europa: donde se situaban las industrias.
De los 11 millones de esclavos que llegaron a América, fueron todos a trabajar a diferentes tipos de plantaciones, donde se desarrolló un modelo de viticultura, generando producciones intensivas, mano de obra calificada y mayor cohesión social, dando como resultado las bases de la estabilidad política.
Los países con mayor desarrollo de viticultura se consideraban un tesoro para efectos sociales y económicos, lo cual generó un proceso gradual de la cultura del trabajo, construcción familiar y generación de escuelas cívicas.